Esta propuesta parte de la necesidad de dar respuesta a ciertas inquietudes de índole personal, que en ocasiones no pueden ser respondidas únicamente mediante libros. Es decir, preguntas del tipo ético, político e incluso emocional, que es necesario abordarlas desde la experiencia. Esta situación, que en ocasiones suele ser la llama que motiva la formación académica, no es respondida por el modelo universitario eurocéntrico, centrado en la abstracción teórica y la universalidad conceptual, dejando fuera la experiencia vital de las personas.
Estas inquietudes y la falta de respuesta en el ámbito estrictamente formal de la academia han sido las que han motivado a la alumna Anna Fernández, del grado de Antropología Social de la EHU/UPV, quien ha querido dedicar espacio y tiempo a investigar el duelo que las personas migrantes. Duelo en doble dimensión, por un lado, el dejar su tierra por motivos económicos, sociales, religiosos y/o culturales, entre otros, y otro duelo que se produce al dejar de trabajar con aquellas personas que cuidan. En este último caso, más perverso si cabe, la herida emocional es aún mayor, al perder el vínculo construido con la persona a la que se cuida.
El trabajo específico realizado por la alumna se ha centrado en un grupo de mujeres migrantes de América Latina, trabajadoras de hogar en Gipuzkoa, que solapan el duelo migratorio con la perdida de una persona a la que cuidaban.
Este proceso que ha durado tres meses, parte de tres objetivos:
-Por un lado, realizar una investigación acción participativa, donde se analiza y caracteriza el duelo que viven las trabajadoras de hogar en el momento que emigran.
-En segundo lugar, se propone analizar de qué manera dicho duelo migratorio se solapa y complementa con el duelo que estas personas padecen al dejar de cuidar, por fallecimiento o despido, a una persona.
-Por último, se promueve la visibilización pública sobre este proceso que viven las trabajadoras de hogar migrantes. Este es un proceso invisibilizado, ocultado y no reconocido como un problema de salud.
Para poder dar comienzo a este proceso, la alumna y la asociación SOS Racismo, las cuales tienen gran recorrido en el ámbito socioeducativo, se vinculan al unir sus caminos en el tema a investigar. En esta relación, cada una de las partes, ocupa un rol distinto, mientras que la alumna esta motivada desde el interés personal y cuenta con la formación en antropología aportando un método de trabajo e investigación basado en “lo micro”, la organización cuenta con la suficiente experiencia territorial y el reconocimiento de las trabajadoras de hogar. Es decir, que cada una de las partes, encuentra en la otra, la potencialidad de desarrollar un trabajo innovador y de calidad. Esta relación comenzó a fraguarse desde una primera reunión de conocimiento mutuo donde se estableció una hoja de ruta; algunos pasos de la hoja de ruta ya han sido ejecutados:
- SOS Racismo Gipuzkoa compartió con la alumna la situación actual de las trabajadoras de hogar en una primera reunión de contraste.
- SOS Racismo informó al grupo de trabajadoras de hogar que dinamiza, sobre el interés de una alumna de antropología social de investigar sobre el tema.
- El siguiente paso fue el de coordinar una reunión entre la alumna y las trabajadoras de hogar interesadas en participar en el proyecto. En este encuentro la alumna explicó sus inquietudes, motivaciones y objetivos del trabajo, y las trabajadoras de hogar compartieron sus vivencias y experiencias. De este encuentro, se perfilaron y ajustaron las ideas de la alumna a la realidad territorial.
- En este cuarto momento, se alcanzó uno de los momentos álgidos del proyecto. De la mano de una psicóloga de SOS, se realizó un taller sobre el duelo-migratorio en el que participaron la alumna y las trabajadoras de hogar. Este encuentro privado, ha sido un espacio donde afloraron las emociones y que han vinculado aún más, a la alumna y las trabajadoras. Además, este espacio ha reforzado la necesidad que el proyecto sea socializado en términos de incidencia sobre las situaciones de vulnerabilidad que viven y padecen las trabajadoras de hogar en nuestro territorio.
- La alumna y las trabajadoras decidieron que el proceso no debería materializarse en un “trabajo académico” al uso. Apostaron por la realización de un corto documental que cumpliera una doble función: dar testimonio e incidir en la ciudadanía. Es así como se contactó con una experta en producciones audiovisuales, para entre las producir un corto que se ajuste a las premisas.
- El proceso de preproducción se realizó a lo largo de un mes. En este tiempo, se prepararon las preguntas, las dinámicas, la elección de la localización, etc., todo ello enmarcado en la premisa del anonimato, con el objetivo que los testimonios no se personalicen, sino que se visibilicen como una realidad plural.
- Finalmente se procedió a la grabación del corto junto con las trabajadoras de hogar, creando un espacio idóneo y de confianza.
- Se editó el video y se contrastó con las participantes.
- Una vez terminado el proceso, se realizará un evento abierto a la ciudanía para exponer el proceso y el corto que se ha elaborado.
- Para finalizar el proceso, se realizará una evaluación de contraste junto a la alumna.
Cada una de las entidades con su respectivo recorrido, junto con la alumna, han puesto lo mejor de sí mismas, sus emociones, miedos, certezas y saberes. Emaús ha coordinado estos momentos. Ha sido el facilitador de este proceso, poniendo su bagaje en procesos de vinculación universidad-sociedad, al servicio de las partes implicadas. SOS Racismo ha puesto a disposición de la alumna información, esfuerzo y saberes sobre la realidad de las trabajadoras de hogar.
Todo este proceso se ha recogido en una infografía.